Hacía esta mañana una mañana de esas de principio de invierno. Azul y preciosa.
Al llegar a un abarrotado paso de cebra, paramos todos para ver alucinados a un tipo alto, con sombrero de copa y zancos. Hacía malabares delante de los coches que, parados, observaban como animalitos sorprendidos.
Para hacerlo más emocionante, cuando el muñeco se puso en rojo dejó caer uno de los bolos y se lo pidió al último de los peatones, una chica que intentó salir del apuro lo más rápido posible, es decir, demasiado despacio. Luego, todavía tuvo tiempo de pedir dinero por entre los coches.
Los espectadores mirábamos con el pedazo de cara de crío que se te queda cuando te lo estás pasando bien.
Cuando llegó hasta nosotros nos dijo que era uruguayo:
- Los de Uruguay hemos ganado, ¿no lo saben?
- Sí, contesté, creyendo que hablaba de las elecciones de ayer, donde la coalición de izquierdas ha roto con el bipartidismo de siempre.
- Sí, le hemos ganado varias veces a Alemania, nuestra selección de fútbol, ya saben.
Pues les deseo suerte en el fútbol también.
martes, 2 de noviembre de 2004
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