¡Que viene el Papa!

En Julio del 2006 un millón de cristianos se reunirán en Valencia para asistir al V Encuentro Mundial de la Familia. La mismísima Rita ha dicho que será “el mejor encuentro de la familia hasta ahora celebrado”. Apoteósico, multitudinario, histórico, diría yo.

Ayer, en la Plaza de la Virgen de Valencia, algo
me anunciaba la futura llegada del Emperador de la Iglesia.

El gran inquisidor en persona anunciará que se debe cumplir la voluntad de Dios (que por decreto es la suya) antes que la de los hombres y que los homosexuales son un peligro antinatura que nunca entrarán en el reino de Dios. Las masas ondearán sus banderas para que las vea su papa y medio millón de personas se apelotonarán en torno a alguna plaza interrumpiendo su misa con algo en plan ¡Ratzinger, Ratzinger, Ratzinger es conjonudo, como Ratzinger no hay ninguno!. El papa les dará caña a los Sociatas y tendrá cobertura las 24 horas en todas las televisiones mientras dice cosas que parecen salidas de la boca de un viejo loco de esos que te asaltan en el metro y te manifiestan sus deseos de exterminio tiránico mientras el aliento les huele a vino picao.